Arriba Olivenza T., Ajuriagogeascoa Andrada S., Antolin Arellano N., Dehesa Martinez T.,Quilez Conde J.C.
Mujer de 35 años que acude a nuestra consulta para revisión postparto y consejo contraceptivo.
Originaria de Nigeria. Pareja estable.
AMQ de interés: Alergia a Cloroquina. VIH + con buen control por Sº Infecciosas:
- Tratamiento TARGA
- Carga viral indetectable
AGO:
- Útero polimiomatoso. Hipermenorreas anemizantes.
- G5P1(Parto en África. Transmisión vertical VIH) A4 (2 abortos tardíos de causa desconocida en África)
- Último parto eutócico a las 38 semanas de gestación hace 6 semanas.
La paciente acude a nuestra consulta solicitando consejo contraceptivo. No desea más embarazos y sugiere un método que le ayude a controlar su hipermenorrea. Ha oído hablar acerca del DIU Mirena. Desea conocer el efecto del mismo sobre su enfermedad y si puede asociarlo al tratamiento antiretroviral. ¿Cual sería nuestro consejo al respecto?
Dada la relevancia de esta cuestión para la salud pública, y debido a los avances actuales en el campo de la terapeútica y el control de la infección por VIH, la OMS ha publicado a finales del 2014 un informe de recomendaciones sobre el uso de métodos anticonceptivos hormonales en mujeres con VIH o alto riesgo de padecer VIH, incluidas las que reciben terapia antiretroviral. Se realizaron cuatro revisiones sistemáticas de los datos epidemiológicos y farmacológicos recogidos en las bases de datos PubMed y EMBASE para encontrar estudios publicados en cualquier idioma en revistas con revisión externa hasta enero de 2014. El objetivo buscado era responder a cuestiones que asocian el uso del tratamiento hormonal con el riesgo de adquisión, progresión y transmisión de la enfermedad y la interacción con el tratamiento antiretroviral. El informe final ha concluido que la anticoncepción hormonal puede usarse sin restricciones en los diferentes supuestos que en este informe estudia.
En nuestro caso concreto informamos de que el DIU-LNG (Mirena) es un método que puede usarse en una paciente VIH asintomática o con enfermedad clínica leve, aunque por ello requiere un buen control clínico de su enfermedad (categoría 2 de la CME).
El DIU-LNG en enfermedad clínica grave o avanzada, en cambio, no debe recomendarse como primer método de elección hasta que su enfermedad clínica haya mejorado (categoría 3 de la CME). Sin embargo, en aquellas mujeres que ya sean portadoras de DIU y pasen a un estadio más avanzado no es necesario retirar el dispositivo, pero sí se debe realizar una vigilancia estrecha ante posibles enfermedades genitales.
Por tanto, en nuestra paciente no sólo podemos recomendar el uso del DIU Mirena sin restricciones dado el buen control clínico de su enfermedad, si no que es un tratamiento adecuado para el control del sangrado menstrual excesivo y la anemia que presenta.
Finalmente, no debemos olvidar de informar, independientemente del método anticonceptivo que elija, de la importancia del uso sistemático y correcto del preservativo.